Oleo original sobre silueta de madera utilizando la técnica del claroscuro. El pintor logró una transición suave entre luces y sombras dando volumen a los animales. Los colores tenues donde predomina el negro generan la sensación de la oscuridad del inicio de la noche o las primeras horas de la madrugada. Una obra fascinante para los sentidos.
La base que soporta la obra está elaborada en moldura de madera en tonos oscuros y dorados complementando armónicamente la pintura.