Serena y evocadora escultura de Buda sedente tallada a mano de origen asiático de finales del S XIX e inicios del S XX, esta estatua captura la gracia intemporal y la profundidad espiritual de la iconografía budista. Se representa a Buda en Abhaya mudra el gesto de la meditación que significa protección, paz y seguridad. La superficie conserva restos de su laca original y rastros de pigmentos rojo y amarillo, junto con un sutil dorado que ha envejecido con gracia a lo largo de los años. Una pátina desgastada por el uso y el paso del tiempo, incluida una expresiva grieta facial, realzando la presencia espiritual e histórica de la escultura. Tine todo el deterioro conservando la esencia original: trasmitir calma y serenidad a lo largo del tiempo.
MEDIDAS: Alto 52 cm. Largo 44 cm. Ancho 20 cm.